Tuesday, July 1, 2025

AHOR VEN, SILENCIO poemas de la poeta palestina Dalia Taha

En la feria del libro hay un libro que lleva tu nombre: “Historia de las lágrimas”. Se acurruca cual lágrima entre los libros de políticos y sociólogos, y la historia de batallas y guerras. Pero en algún lugar hay una biblioteca completa para ti, con estantes que casi se caen por el peso de sus hojas. Por cada libro sobre una batalla, hay otro libro inexistente sobre sus lágrimas. Quiero pasear por esta feria del libro. Es cierto que no podré sostener ningún libro en la mano. Es cierto que no puedo pasar las páginas, ni siquiera leer los títulos de los libros y los nombres de sus autores: ellos también desaparecieron de la historia, como sus lágrimas.

DESDE EL RÍO HASTA EL MAR, Poemas del poeta palestino Samer...

Quise decir misericordia pero bullía mucho sarcasmo en todo, y las cajas de la misericordia excavaban los caminos borrados, pero permanecían vacías, excepto de insectos con caras extrañas, pechos colgando de la boca del infierno, el eco brutal, la envoltura de la cabeza, el interior del ojo, la melancolía del corazón y la desolación del alma. Quise decir

DE PRONTO LLEGAMOS, poem de Rchid Niny

Extracto de un poema largo Traducción de  María Luisa Prieto De pronto llegamos y nos hospedamos en las casas de nuestras familias con muchos niños. Algunos...

PRELUDIO DEL DOLOR, Poema de la poeta palestina Rana Zeid

Ahora, tu cara surge de entre estos escombros se eleva sobre los pájaros y las jaulas sobre las casas pasajeras que habité y que habitaré como si fuera la salvación, se eleva como si fuera ágil y salvadora… sobre agua ¡Tu cara no es más que una pregunta! Y yo no soy más que su repetida formulación. Tú, tú, tú , este tú , ese tú , todos, fragmento de la pasión y el yo.

Tres poemas de la poeta siria Widad Nabi

Tú tocas el duro metal del autobús, aquí, y brota un narciso en el pomo de hierro de la puerta de tu casa, allá. Así son de leales los hogares con los dueños que los abandonan.

En cada tierra, un pozo que sueña con el jardín, Poemas...

El otoño bandido roba los colores al sol/ por eso solo encontraremos a nuestros hijos/ en las colinas, jugando a la sombra./ Déjame gritar un poco/ cuando Maria habla con un lenguaje/ enredado en algas./ Deja al lecho cantar bajo las estrellas.

Seis poemas del palestino Mosab Abu Toha

  Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida EJERCICIO INTENSO En Gaza respirar es una tarea, sonreír es hacerse cirugía plástica en el propio rostro, y levantarse por la mañana intentando sobrevivir otro día, es...

Mi sangre está contaminada de amor Poemas de Yaser El-Zayat

Pon mi cadáver en tu bolsillo, amigo mío, sálvame para que el llanto se convierta en tu lecho, pon mis sueños en tu bolso, esposa mía, embellécelos cuando mi existencia se convierta en tu tumba y sácame de tus uñas, amiga mía, arrójame en la ambulancia para que se regulen los latidos de tu corazón. ¡País mío! No ha pasado nada, no ha pasado nada. Continúa masticando el humo, los festivales y las cárceles. Yo soy feliz aquí, feliz en mi tumba divina, esta tumba mía a la que llamo Yaser El-Zayat. Sí, soy Yaser El-Zayat: Descendiente de comerciantes arruinados, descendiente de poetas arruinados, descendiente de este país arruinado, descendiente de himnos colectivos, sueños colectivos y tumbas colectivas. Entonces, ¿cómo distingo tus rasgos entre todos estos escombros?

Ya no importa que nadie nos quiera, poema del poeta palestino Samer...

Ya no importa / que nadie nos quiera. / Basta con que nos quiera el gran Arcángel / en su cielo brillante. Nuestros hijos lo ven erguido a lo lejos / con las manos juntas formando un corazón / y sonríen. Nuestras mujeres lo ven ondeando un jazmín blanco / y entornan los ojos para siempre. / Nuestros hombres ven sus alas azules / claras como el cielo / y con los corazones arrebatados viajan hacia él.

SOY DE LA TIERRA DE GILGAMESH, poemas de Khalid Al-Maaly

Traducción de María Luisa Prieto   SILBAMOS SUS MELODÍAS En las canciones, cuyas melodías silbamos en silencio, regresamos del viaje del dolor a casa y por el camino de...