Seis poemas del palestino Mosab Abu Toha
Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida
EJERCICIO INTENSO
En Gaza
respirar es una tarea,
sonreír es hacerse
cirugía plástica
en el propio rostro,
y levantarse por la mañana
intentando sobrevivir
otro día, es...
Heavenly Live (Vida celestial) de Ramsey Nasr
La trayectoria estelar del poeta y creador cultural palestino-holandés Ramsey Nasr (Rotterdam, 1974) se ve reflejada en Heavenly Life (Vida celestial; Banipal Press), una antología magníficamente traducida del holandés al inglés por David Colmer, que recoge los hitos principales de la obra de Nasr hasta 2010, el año de su publicación. No obstante, la vigencia de la poesía de Nasr sigue intacta. Los temas del poeta, como el amor, la identidad y el encuentro de culturas, la historia, la guerra y el individuo ante la sociedad quizás han adquirido más urgencia en la segunda década del siglo XXI. Nasr, quien por votación popular fue elegido Poeta Laureado de los Países Bajos de 2009 a 2013, es un creador interdisciplinar que también se desempeña en el mundo de la cultura como escritor, actor, dramaturgo y director. De las páginas de Vida celestial emerge la voz de un poeta polifacético comprometido con la poesía y la cultura como medios para interpelar la sociedad de sus dos patrias —tanto los Países Bajos como Palestina— y como ciudadano del mundo, a la sociedad cívica global.
Un pez recién salido del agua Poemas de la poeta...
¿Cómo/ te libero, /alma, de mí? / Caminas con cuidado sobre las hojas amarillas del otoño./ Te miro como si caminaras sobre minas/ con el viento/ en tu cabeza/ y en la mía…/ El viento mueve las hojas de los árboles/ su sonido aullante no te asusta/ y me asusta./ Caminas despacio./ Apresúrate:/ Mi corazón/ y el tuyo/ se pararán.
Rana Zeid: NO TENGO PATRIA y otros poemas
Me dejaron a la impiedad de las olas,/ ¿por qué entonces no permanezco en la orilla?/ Este mar no me ve,/ pero lo sigo reverenciando, queriendo/ con ojos desorbitados y profundos./ Lo beso/ como si en verdad yo no fuera una bestia,/ y mientras cuento con él sus gaviotas/ cuando se adormece,/ él me canta en ruso e italiano/ sin que yo entienda una palabra./ Entonces lloro./ Yo soy la única poesía/ que no tiene patria./ Mis temblorosos pasos/ nunca se conformarán con un solo camino.
TRES POEMAS de Ashjan Hindi
Traducción de Jaafar al-Aluni
EN BUSCA DEL OTRO
Todos los días Isabela me busca
y me encuentra.
Yo busco a otra persona
pero siempre la veo a ella.
Dicen que...
Tres poemas de Mosab Abu Toha
Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida
DEJANDO ATRÁS LA NIÑEZ
Al salir dejé la niñez en el cajón
y sobre la mesa de la cocina
puse el caballito...
Cinco poemas de Ibrahim Al-Husain
Hay muchos pozos que no cesan de caminar conmigo, pozos que vienen de regiones lejanas. Lo sé por su vacío, por su falta de huesos de melocotón y de los dedos que se esforzaron en dejarlos caer en ellos, una de las formas de ocultar la huida de los miembros a los lados sombríos, por la completa ausencia de peleas en sus bordes, peleas que pensé que nunca desaparecerían y seguirían siendo guardianas de unos pozos cuya tierra encuentro a menudo al despertarme ocultando el color de las almohadas. Pozos sin profundidad para llenar las noches o para que los rostros que se hundieron puedan volver a fluir.
Tres poemas de la poeta siria Widad Nabi
Tú tocas el duro metal
del autobús, aquí,
y brota un narciso
en el pomo de hierro
de la puerta de tu casa, allá.
Así son de leales los hogares
con los dueños que los abandonan.
En cada tierra, un pozo que sueña con el jardín, Poemas...
El otoño bandido roba los colores al sol/ por eso solo encontraremos a nuestros hijos/ en las colinas, jugando a la sombra./ Déjame gritar un poco/ cuando Maria habla con un lenguaje/ enredado en algas./ Deja al lecho cantar bajo las estrellas.
Mi sangre está contaminada de amor Poemas de Yaser El-Zayat
Pon mi cadáver en tu bolsillo, amigo mío, sálvame para que el llanto se convierta en tu lecho, pon mis sueños en tu bolso, esposa mía, embellécelos cuando mi existencia se convierta en tu tumba y sácame de tus uñas, amiga mía, arrójame en la ambulancia para que se regulen los latidos de tu corazón.
¡País mío! No ha pasado nada, no ha pasado nada. Continúa masticando el humo, los festivales y las cárceles. Yo soy feliz aquí, feliz en mi tumba divina, esta tumba mía a la que llamo Yaser El-Zayat.
Sí, soy Yaser El-Zayat:
Descendiente de comerciantes arruinados, descendiente de poetas arruinados, descendiente de este país arruinado, descendiente de himnos colectivos, sueños colectivos y tumbas colectivas. Entonces, ¿cómo distingo tus rasgos entre todos estos escombros?










