Dalia Taha: Dos poemas
¿Recuerdas tu primera noche en este mundo?/ No fue en El Cairo, París,/ Kinshasa o Buenos Aires tu primera noche./ Podrías haber nacido en un pueblo tranquilo junto al río/ o junto a un rascacielos/ pero tu primera noche fue en la faz de la tierra./ Lo que rodea el lugar de tu nacimiento/ no son las ciudades ni las localidades adyacentes/ ni siquiera los países o los continentes vecinos/ sino las galaxias y los planetas.
Tres poemas del poeta emeratí Abdel Aziz Jassim
Traducción: Jaafar Al Aluni
ANTES QUE EL COBRE Y LA FOTOGRAFÍA
Antes que el cobre y la fotografía, antes que los molinos, las elegías y la fiebre...
Rana Zeid: NO TENGO PATRIA y otros poemas
Me dejaron a la impiedad de las olas,/ ¿por qué entonces no permanezco en la orilla?/ Este mar no me ve,/ pero lo sigo reverenciando, queriendo/ con ojos desorbitados y profundos./ Lo beso/ como si en verdad yo no fuera una bestia,/ y mientras cuento con él sus gaviotas/ cuando se adormece,/ él me canta en ruso e italiano/ sin que yo entienda una palabra./ Entonces lloro./ Yo soy la única poesía/ que no tiene patria./ Mis temblorosos pasos/ nunca se conformarán con un solo camino.
Tres poemas de Mosab Abu Toha
Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida
DEJANDO ATRÁS LA NIÑEZ
Al salir dejé la niñez en el cajón
y sobre la mesa de la cocina
puse el caballito...
Dos poemas de Ghassan Khunaizi
Inspirado en el cuento de Edgar Allan Poe «El corazón delator» y el dicho de Tamim ben Muqbal:
«¡qué bella sería la vida si el joven fuera piedra!».
El otoño resolverá el resto de los detalles,
nos referimos a lo que queda de ellos en las ramas,
desatará el vínculo que creó esperando su milagro,
calmará nuestra espera del reflujo final de la última hoja.
En el análisis
las habitaciones son todas similares:
mezcla de cemento y física
todo esto según mapas y pactos entre las leyes de la naturaleza y los elementos.
Además hay una astucia negra o una sabiduría azul en los numerosos corazones de los seres
Ya no importa que nadie nos quiera, poema del poeta palestino Samer...
Ya no importa / que nadie nos quiera. / Basta con que nos quiera el gran Arcángel / en su cielo brillante.
Nuestros hijos lo ven erguido a lo lejos / con las manos juntas formando un corazón / y sonríen. Nuestras mujeres lo ven ondeando un jazmín blanco / y entornan los ojos para siempre. / Nuestros hombres ven sus alas azules / claras como el cielo / y con los corazones arrebatados
viajan hacia él.
CINCO POEMAS de Aisha al-Saifi
Mi rostro es un poema esta noche,
por eso prefiero no amarte.
La noche evoca en mis pulmones
el recuerdo de todos los que me ahogaron con la tristeza de un país lejano.
Prefiero no verte mañana
porque esta noche vendrán todas las mujeres que te lloraron,
y lamentarán sus penas infinitas.
Mi rostro tomará la forma de todas las mujeres que reventaron
por tus engaños;
vendrán ellas y se convertirán en mi aliento,
mi voz
y mis ojos.
Si la poesía me inspirase,
la tristeza se apagaría en mi boca,
escribiría sus angustias,
sus heridas,
sus largas noches de lágrimas
y el miedo,
esbozaría la imagen del anhelo en sus rostros,
la voz perdida de sus bellas canciones,
el parpadeo de sus ojos cuando me palmean la espalda
y cantan los imposibles sueños en presencia de la muerte.
Y cuando levantan las copas del llanto y me saludan:
“Escribe,
Un pez recién salido del agua Poemas de la poeta...
¿Cómo/ te libero, /alma, de mí? / Caminas con cuidado sobre las hojas amarillas del otoño./ Te miro como si caminaras sobre minas/ con el viento/ en tu cabeza/ y en la mía…/ El viento mueve las hojas de los árboles/ su sonido aullante no te asusta/ y me asusta./ Caminas despacio./ Apresúrate:/ Mi corazón/ y el tuyo/ se pararán.
AHOR VEN, SILENCIO poemas de la poeta palestina Dalia Taha
En la feria del libro hay un libro que lleva tu nombre: “Historia de las lágrimas”. Se acurruca cual lágrima entre los libros de políticos y sociólogos, y la historia de batallas y guerras. Pero en algún lugar hay una biblioteca completa para ti, con estantes que casi se caen por el peso de sus hojas. Por cada libro sobre una batalla, hay otro libro inexistente sobre sus lágrimas. Quiero pasear por esta feria del libro. Es cierto que no podré sostener ningún libro en la mano. Es cierto que no puedo pasar las páginas, ni siquiera leer los títulos de los libros y los nombres de sus autores: ellos también desaparecieron de la historia, como sus lágrimas.
TRES POEMAS de Fawziyya Abu Khalid
Organizo las botellas del tiempo,
hora a hora,
día a día,
luna a luna,
y siempre, siempre,
lleno mi vida,
en este inmenso vacío,
con algo de poesía,
un poco de amor,
mucha tristeza y exceso de nostalgia.
Ahora preparo los ácidos amargos
y bebo a solas la dosis que me queda.










