Thursday, October 16, 2025

CINCO POEMAS de Aisha al-Saifi

Mi rostro es un poema esta noche, por eso prefiero no amarte. La noche evoca en mis pulmones el recuerdo de todos los que me ahogaron con la tristeza de un país lejano. Prefiero no verte mañana porque esta noche vendrán todas las mujeres que te lloraron, y lamentarán sus penas infinitas. Mi rostro tomará la forma de todas las mujeres que reventaron por tus engaños; vendrán ellas y se convertirán en mi aliento, mi voz y mis ojos. Si la poesía me inspirase, la tristeza se apagaría en mi boca, escribiría sus angustias, sus heridas, sus largas noches de lágrimas y el miedo, esbozaría la imagen del anhelo en sus rostros, la voz perdida de sus bellas canciones, el parpadeo de sus ojos cuando me palmean la espalda y cantan los imposibles sueños en presencia de la muerte. Y cuando levantan las copas del llanto y me saludan: “Escribe,

PRELUDIO DEL DOLOR, Poema de la poeta palestina Rana Zeid

Ahora, tu cara surge de entre estos escombros se eleva sobre los pájaros y las jaulas sobre las casas pasajeras que habité y que habitaré como si fuera la salvación, se eleva como si fuera ágil y salvadora… sobre agua ¡Tu cara no es más que una pregunta! Y yo no soy más que su repetida formulación. Tú, tú, tú , este tú , ese tú , todos, fragmento de la pasión y el yo.

Dos poemas de Fatema al-Shedi

En otra vidayo era una palmera elevada que crecía con violencia en las afueras del silencio y extendía su sombra sobre los granos de arena. O tal vez era una acacia generosa que despertaba nostalgia en las noches oscuras de los exiliados y los hacía cantar. Tal vez era un azufaifo en cuyas ramas las mujeres renovaban su amor o un algarrobo que custodiaba el horizonte.

Tres poemas del poeta emeratí Abdel Aziz Jassim

Traducción: Jaafar Al Aluni ANTES QUE EL COBRE Y LA FOTOGRAFÍA Antes que el cobre y la fotografía, antes que los molinos, las elegías y la fiebre...

Rana Zeid: NO TENGO PATRIA y otros poemas

Me dejaron a la impiedad de las olas,/ ¿por qué entonces no permanezco en la orilla?/ Este mar no me ve,/ pero lo sigo reverenciando, queriendo/ con ojos desorbitados y profundos./ Lo beso/ como si en verdad yo no fuera una bestia,/ y mientras cuento con él sus gaviotas/ cuando se adormece,/ él me canta en ruso e italiano/ sin que yo entienda una palabra./ Entonces lloro./ Yo soy la única poesía/ que no tiene patria./ Mis temblorosos pasos/ nunca se conformarán con un solo camino.

TRES ÁRBOLES Y OTROS poemas del poeta serio Basheer Al-Baker

No tengo ninguna fotografía/ con mi hermano mayor, Farhán,/ que se marchó allí./ No supuse/ cuando nos vimos por última vez/ que la ocasión no llegara./ Sucedió en Beirut,/ cuando me visitó apresuradamente/ un poco antes de que estallara la guerra./ Hablamos de todo/ pero no pensamos en la fotografía./ Él estaba preocupado,/ no tenía miedo/ porque volvería a la gran prisión./ El teléfono entre nosotros seguía/ sonando en ambas direcciones/ mientras Siria permanecía/ colgada en los hilos de éter/ cual pájaro que vuela/ sin llegar./ Si yo estuviera en el lugar de ese hombre/ pediría los dispositivos que me impidieran las pesadillas/ y me dejaran allí, en Al-Yazira/ entre el río y el desierto.

Cinco poemas de Ibrahim Al-Husain

Hay muchos pozos que no cesan de caminar conmigo, pozos que vienen de regiones lejanas. Lo sé por su vacío, por su falta de huesos de melocotón y de los dedos que se esforzaron en dejarlos caer en ellos, una de las formas de ocultar la huida de los miembros a los lados sombríos, por la completa ausencia de peleas en sus bordes, peleas que pensé que nunca desaparecerían y seguirían siendo guardianas de unos pozos cuya tierra encuentro a menudo al despertarme ocultando el color de las almohadas. Pozos sin profundidad para llenar las noches o para que los rostros que se hundieron puedan volver a fluir.

LA MARIPOSA BLANCA, dos poemas de Hassab Al Sheikh Jaafar

Traducción: María Luisa Prieto   Nació en la ciudad de al-Amara, al sur de Iraq. Viajó a Moscú para estudiar literatura, graduándose en el Instituto Gorky...

Tres poemas de Mosab Abu Toha

Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida     DEJANDO ATRÁS LA NIÑEZ Al salir dejé la niñez en el cajón y sobre la mesa de la cocina puse el caballito...

En cada tierra, un pozo que sueña con el jardín, Poemas...

El otoño bandido roba los colores al sol/ por eso solo encontraremos a nuestros hijos/ en las colinas, jugando a la sombra./ Déjame gritar un poco/ cuando Maria habla con un lenguaje/ enredado en algas./ Deja al lecho cantar bajo las estrellas.