Wednesday, December 31, 2025

AHOR VEN, SILENCIO poemas de la poeta palestina Dalia Taha

En la feria del libro hay un libro que lleva tu nombre: “Historia de las lágrimas”. Se acurruca cual lágrima entre los libros de políticos y sociólogos, y la historia de batallas y guerras. Pero en algún lugar hay una biblioteca completa para ti, con estantes que casi se caen por el peso de sus hojas. Por cada libro sobre una batalla, hay otro libro inexistente sobre sus lágrimas. Quiero pasear por esta feria del libro. Es cierto que no podré sostener ningún libro en la mano. Es cierto que no puedo pasar las páginas, ni siquiera leer los títulos de los libros y los nombres de sus autores: ellos también desaparecieron de la historia, como sus lágrimas.

Tres poemas de Mosab Abu Toha

Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida     DEJANDO ATRÁS LA NIÑEZ Al salir dejé la niñez en el cajón y sobre la mesa de la cocina puse el caballito...

SOY DE LA TIERRA DE GILGAMESH, poemas de Khalid Al-Maaly

Traducción de María Luisa Prieto   SILBAMOS SUS MELODÍAS En las canciones, cuyas melodías silbamos en silencio, regresamos del viaje del dolor a casa y por el camino de...

TRES POEMAS de Fawziyya Abu Khalid

Organizo las botellas del tiempo, hora a hora, día a día, luna a luna, y siempre, siempre, lleno mi vida, en este inmenso vacío, con algo de poesía, un poco de amor, mucha tristeza y exceso de nostalgia. Ahora preparo los ácidos amargos y bebo a solas la dosis que me queda.

Seis poemas del palestino Mosab Abu Toha

  Traducción del inglés de Joselyn Michelle Almeida EJERCICIO INTENSO En Gaza respirar es una tarea, sonreír es hacerse cirugía plástica en el propio rostro, y levantarse por la mañana intentando sobrevivir otro día, es...

DE PRONTO LLEGAMOS, poem de Rchid Niny

Extracto de un poema largo Traducción de  María Luisa Prieto De pronto llegamos y nos hospedamos en las casas de nuestras familias con muchos niños. Algunos...

CINCO POEMAS de Aisha al-Saifi

Mi rostro es un poema esta noche, por eso prefiero no amarte. La noche evoca en mis pulmones el recuerdo de todos los que me ahogaron con la tristeza de un país lejano. Prefiero no verte mañana porque esta noche vendrán todas las mujeres que te lloraron, y lamentarán sus penas infinitas. Mi rostro tomará la forma de todas las mujeres que reventaron por tus engaños; vendrán ellas y se convertirán en mi aliento, mi voz y mis ojos. Si la poesía me inspirase, la tristeza se apagaría en mi boca, escribiría sus angustias, sus heridas, sus largas noches de lágrimas y el miedo, esbozaría la imagen del anhelo en sus rostros, la voz perdida de sus bellas canciones, el parpadeo de sus ojos cuando me palmean la espalda y cantan los imposibles sueños en presencia de la muerte. Y cuando levantan las copas del llanto y me saludan: “Escribe,

Dos poemas de Ahmad Yamani

¿Cómo es la soledad? Clavar la vista en todo sin involucrarse, sentir que mi esqueleto pudo haber sido de otra forma. A veces, pregunto sobre la utilidad de caminar y descansar en aquellas noches en las que me quedé fuera del planeta y percibí colores sin nombres en ese universo en el que me vi descuartizado en otros cuerpos inhumanos, cuerpos que iban a formarse algún día, pero que por algo quedaron incompletos. Durante muchos años fui esos cuerpos incompletos suspendidos en el vacío, algo más que manos y pies, lo que la naturaleza abandonó en el olvido.

Un pez recién salido del agua Poemas de la poeta...

¿Cómo/ te libero, /alma, de mí? / Caminas con cuidado sobre las hojas amarillas del otoño./ Te miro como si caminaras sobre minas/ con el viento/ en tu cabeza/ y en la mía…/ El viento mueve las hojas de los árboles/ su sonido aullante no te asusta/ y me asusta./ Caminas despacio./ Apresúrate:/ Mi corazón/ y el tuyo/ se pararán.

TRES ÁRBOLES Y OTROS poemas del poeta serio Basheer Al-Baker

No tengo ninguna fotografía/ con mi hermano mayor, Farhán,/ que se marchó allí./ No supuse/ cuando nos vimos por última vez/ que la ocasión no llegara./ Sucedió en Beirut,/ cuando me visitó apresuradamente/ un poco antes de que estallara la guerra./ Hablamos de todo/ pero no pensamos en la fotografía./ Él estaba preocupado,/ no tenía miedo/ porque volvería a la gran prisión./ El teléfono entre nosotros seguía/ sonando en ambas direcciones/ mientras Siria permanecía/ colgada en los hilos de éter/ cual pájaro que vuela/ sin llegar./ Si yo estuviera en el lugar de ese hombre/ pediría los dispositivos que me impidieran las pesadillas/ y me dejaran allí, en Al-Yazira/ entre el río y el desierto.