LA NOCHE DESVELA LOS SECRETOS DEL DÍA, Relato de Rachida El-CherniTraducción de Antonio M. Castro Revista núm 12 otoño-invierno Ahogó el enfado en su interior, se cubrió a toda prisa con un chal de lana y abrió la puerta con cautela; se coló un aire frío al interior y los perros se abalanzaron sobre ella. Dejó pasar al más pequeño, volvió a cerrar la puerta y apagó la luz. Le acarició la cabeza y trató de distraerse con una serie de televisión, pero su mente se mantenía atenta a cualquier sonido. El chucho se tumbó frente a ella y la miró por un largo rato. Ella detectó un brillo en su mirada, como si quisiera conversar con su pesar para tranquilizarla. Le sonrió con ternura e inmediatamente escuchó unos ladridos afuera que la sobresaltaron y se puso en pie espantada. Miró por una rendija de la ventana y vio una luz intensa que se acercaba. A primera vista creyó que su esposo regresaba a recogerla, pero enseguida se percató de que el furgón era diferente y se convenció de que ella sería la próxima víctima en la región. Se estremeció y se dijo a sí misma: «Lo que tienes que hacer, Nawara, es salvar el pellejo». |