Thursday, September 28, 2023
Revista Banipal 11: Caminos policromáticos desde el arte y la literatura árabe modernaRevista núm 11

En cada número de la Revista Banipal aspiramos a ofrecer un repertorio de obras destacadas que reflejen la diversidad y riqueza del panorama literario árabe con el fin de trazar nuevos caminos entre los lectores en lengua española y los autores e innovadores creativos de la cultura árabe. El presente comienza con un dossier especial en homenaje al insigne pintor iraquí Hanoos Hanoos, afincado en Madrid desde hace más de cuarenta años.

SOY DE LA TIERRA DE GILGAMESH, poemas de Khalid Al-MaalyTraducción de María Luisa Prieto
Revista núm 11
Premio Sheikh Zayed del Libro 2024La nueva categoría Edición de Manuscritos Árabes está dedicada a reconocer obras que han hecho una clara contribución a los campos de edición de manuscritos y que constituyen una adición significativa a la cultura árabe y al conocimiento humano. La categoría también incluye la producción de léxicos especializados y generales. Los nominados serán evaluados por su capacidad para demostrar familiaridad con los métodos científicos aplicados a la edición de manuscritos o la producción de léxicos y pueden presentar trabajos en cualquier idioma.
Cinco poemas de Ibrahim Al-HusainTraducción de María Luisa Prieto
Revista núm 10
Hay muchos pozos que no cesan de caminar conmigo, pozos que vienen de regiones lejanas. Lo sé por su vacío, por su falta de huesos de melocotón y de los dedos que se esforzaron en dejarlos caer en ellos, una de las formas de ocultar la huida de los miembros a los lados sombríos, por la completa ausencia de peleas en sus bordes, peleas que pensé que nunca desaparecerían y seguirían siendo guardianas de unos pozos cuya tierra encuentro a menudo al despertarme ocultando el color de las almohadas. Pozos sin profundidad para llenar las noches o para que los rostros que se hundieron puedan volver a fluir. Sin anchura ni longitud suficientes para que los libros pasaran por ellos antes de que alguien los persiguiera. Son los pozos que erróneamente creí que cicatrizarían con el tiempo, pozos que no sabía que me delatarían en la primera hoja, que me destaparían y aparecería con mi hierba amarilla y seca, pozos que siempre me adelantan y me preceden a las habitaciones,
me preceden a mi ropa.
Esos pozos que no dudan a veces en sus ratos libres y cuando no tienen nada que hacer en distraerse con perforarme profundamente y hacerme fragmentos que van tirando uno a uno al corazón de la escritura para que ennegrezca, me retuerza y lance un gemido allí para que emane de mí un olor, el olor de aquellos cuyos pozos los dominaron, los tiranizaron y les designaron todo el hambre de los pozos.
Dos capítulos de la novela de Badriya al-BishrTraducción de Covadonga Baratech Soriano
Revista núm 10
Una semana más tarde la madre de Saad vino a casa y nos anunció que la boda de Saad y Elyazi sería en un mes. Nos invitó a todos a la boda y casi que se disculpó por la falta de música y baile. A cambio, habría una gran cena para compensar, pues así lo había querido Saad. En invierno la vida del barrio se ralentizaba, las azoteas se quedaban sin chicas y sin amor. Ni una sola historia de amor prosperó en las azoteas aquel año. Todas las historias tomaron un curso distinto al deseado. Awatif se casó con Rashid, mientras que Elyazi lo hizo con Saad. Elyazi incluso me dijo que no sentía nada por Saad, sino que le gustaba Yusuf, el chico guapo que cuidaba las palomas en la azotea lindante con la suya. Sin embargo, nunca tuvo la oportunidad de hablar con él. Mutaib tampoco estaba muy contento con la boda entre Elyazi y Saad, pero esta haría que los lazos entre su familia y el resto del vecindario se estrecharan y así dejarían de ser distintos al resto. Su familia estaría por fin incluida en el intricado tejido de relaciones del barrio. Por mucho que su situación hubiera mejorado y subido sus ingresos, los vecinos nunca olvidarían que aquella pequeña familia había vivido de su caridad cuando llegaron al barrio. La pobreza había desaparecido, pero no su marca. Por eso aquel matrimonio era su oportunidad para ser reconocidos y convertirse en una familia digna y más respetable.
CINCO POEMAS de Aisha al-SaifiTraducción de Jaafar al-Aluni
Revista núm 6
Mi rostro es un poema esta noche,
por eso prefiero no amarte.
La noche evoca en mis pulmones
el recuerdo de todos los que me ahogaron con la tristeza de un país lejano.
Prefiero no verte mañana
porque esta noche vendrán todas las mujeres que te lloraron,
y lamentarán sus penas infinitas.
Mi rostro tomará la forma de todas las mujeres que reventaron
por tus engaños;
vendrán ellas y se convertirán en mi aliento,
mi voz
y mis ojos.
Si la poesía me inspirase,
la tristeza se apagaría en mi boca,
escribiría sus angustias,
sus heridas,
sus largas noches de lágrimas
y el miedo,
esbozaría la imagen del anhelo en sus rostros,
la voz perdida de sus bellas canciones,
el parpadeo de sus ojos cuando me palmean la espalda
y cantan los imposibles sueños en presencia de la muerte.
Y cuando levantan las copas del llanto y me saludan:
“Escribe,