Por María Luisa Prieto
Cuando exploté mis formas y encontré mi expresión, intenté establecer una especie de equilibrio entre lo que quería decir y cómo decirlo.
Ounsi El-Hage
En 1960, con poco más de veinte años, Ounsi El-Hage sorprendió al público árabe con la publicación de su primer poemario: Lan (Jamás), considerado por los críticos árabes contemporáneos como la primera recopilación de poemas en prosa en lengua árabe. Con el escueto y rotundo nombre de una partícula árabe de negación de futuro, el poeta quiso expresar su firme rechazo de la tradición poética para dar rienda suelta a nuevos experimentos y sensaciones, y contribuir de forma decisiva a cambiar el rumbo de la poesía árabe.
En el prólogo del libro plasma su manifiesto a favor del poema en prosa (qasidat al-nathr) -una forma de escritura inédita en el panorama poético árabe- surgido de la necesidad de adaptación a las nuevas corrientes poéticas occidentales, teniendo como referencia la poesía francesa. Considera el poema en prosa un “género independiente” (nawʽ mustaqill), y a su pregunta inicial: “¿Es posible un poema (qasida) a partir de la prosa?” responde afirmativamente, con la condición de que los elementos de la prosa sean empleados con un fin puramente poético.
Ounsi El-Hage hace del poema en prosa el emblema de una libertad absoluta, nacida de una voluntad de revuelta contra la tradición (taqlid), contra todas las trabas formales que encadenan al poeta y le impiden avanzar, explorar lo desconocido y crear un lenguaje individual para expresar nuevas emociones poéticas.
Durante toda su vida se dedicó a la escritura, su única arma para llevar a cabo sus sinceros deseos de cambios literarios y sociales, a sabiendas de que la suya era una tarea ardua por dirigirse a un público árabe tradicional, condicionado por una prosodia y un arte poético fijos, poco dispuesto a aceptar el cambio poético tan radical que supone el poema en prosa, controvertido a lo largo de los años, incluso considerado por parte de poetas y críticos árabes como una traición al espíritu y la autenticidad de la poesía árabe, pero paradójicamente predominante en la actualidad.
Como periodista, crítico literario y poeta, Ounsi El-Hage participó activamente en el desarrollo de la revista libanesa de vanguardia Shiʽr (Poesía) (1957-1969), fundada por Yusuf Al-Khal, en la que también colaboraron Adonis y otros poetas destacados de la época. Aunque la revista no tuvo una larga duración, marcó una nueva etapa en la historia de la poesía árabe contemporánea, situándola en un plano de igualdad con la poesía europea y mundial.
La integridad y coherencia de Ounsi El-Hage lo mantuvieron en estrecha asociación con la trayectoria de la revista y con su espíritu original. En ella, además de publicar sus propias creaciones literarias y sus artículos de crítica literaria, dio a conocer, a través de sus magníficas traducciones, a destacados autores occidentales, entre ellos Kateb Yacine, André Breton, Antonin Arnaud, Shakespeare, Strindberg, Dürrenmatt, Ionesco, Camus, Brecht o Arrabal.
Nacido el 27 de julio de 1937 en el sur del Líbano, fue hijo del periodista y traductor Louis El-Hage y de Marie Akl, la cual murió cuando él tenía siete años, una pérdida que le dejó una herida que recorrió toda su vida y su obra. Según sus propias palabras, “al principio era reservado y solitario. Todo lo que recuerdo son breves momentos de este periodo: un niño ocupado con sus propios pensamientos y voces internas… un niño amado y al mismo tiempo consumido por los miedos”.
Realizó sus estudios escolares en el Lycée Français, luego en el instituto maronita Al-Hikma (La sabiduría). Comenzó a publicar cuentos, ensayos y poemas en revistas literarias desde 1954, cuando aún era estudiante de secundaria, y a ejercer profesionalmente el periodismo diario en Al-Hayat en 1956, como responsable de la página literaria. Posteriormente fue editor durante años del periódico An-Nahar, del que fue redactor jefe hasta 2003 y luego pasó a desempeñar el puesto de asesor del Consejo editor.
En 1964 fundó la revista de poesía Al-Mallaq, como suplemento cultural de An-Nahar, que se distribuía semanalmente, y en cuya actividad cooperó con Shawqi Abi Shakra hasta 1974. También fue redactor jefe de otras publicaciones, entre ellas Al-Hasnaa, Al-Akhbar, y An-Nahar al-Arabi wa al-Dawli.
Jugó asimismo un papel muy importante en el desarrollo del teatro de vanguardia libanés, adaptando al árabe obras de grandes dramaturgos occidentales, que han sido representadas por la escuela de actuación moderna (festival de Baalbek), así como por diversos directores teatrales.
Su producción literaria abarca los poemarios: Lan (1960), en el que reivindica la libertad para expresar “los dolores íntimos” (al-awja’ al-shakhshiyya), prodigiosa experiencia interior que se mantiene a lo largo de toda su obra poética. Los poemas se caracterizan por su singularidad y su tono de rechazo que los hizo impactantes y provocadores para quienes no estaban familiarizados con esta forma de poesía, que trasciende la rima y la métrica hacia horizontes más amplios, nunca antes contemplados.
En el siguiente poemario, La cabeza cortada (1963), mantiene la rebelión temática y formal, para inclinarse más hacia el tema amoroso en El pasado de los días venideros (1965), que continúa de una forma más apasionada en ¿Qué has hecho con el oro, qué has hecho con la rosa? (1970). En el extenso poema “La mensajera de pelo largo hasta los manantiales”, que ocupa todo el poemario del mismo título, publicado en 1975, la mujer cobra un protagonismo especial, impregnada de espiritualidad redentora.
Tras casi veinte años de silencio, el poemario El banquete (1994) refleja el intenso dolor provocado por la tragedia libanesa como consecuencia de la guerra civil y la invasión israelí. En el borde del abismo, el poeta va desgranando hondas y dolorosas contradicciones y reflexiones sobre la muerte y lo absurdo de la existencia.
En 2016, coincidiendo con el segundo aniversario de su fallecimiento, se presentó Esto fue un descuido. Textos inéditos, en una gran ceremonia en el teatro Medina de Beirut. El libro incluye decenas de textos y diversos poemas, entre los que destaca “Nubes”, que Ounsi El-Hage publicó por primera vez en el suplemento cultural del periódico An-Nahar, en la década de los noventa, y del que posteriormente realizó algunas modificaciones.
Publicó también un libro de ensayo en tres volúmenes, titulado Palabras, palabras, palabras, y otro de reflexiones filosóficas y aforismos en tres volúmenes, titulado Anillos.
Algunos de sus poemas han sido traducidos a diversos idiomas, sin embargo en español su obra ha sido escasamente difundida, no existiendo hasta este momento ninguna antología o poemario publicado de este magnífico poeta, una de las figuras más relevantes de la poesía árabe contemporánea, fallecido el 18 de febrero de 2014.
María Luisa Prieto es licenciada y doctora en Filología Árabe por la Universidad Autónoma de Madrid, con premio extraordinario de licenciatura y de doctorado. En la actualidad es profesora titular de Lengua y Literatura árabes en la Universidad Complutense de Madrid. Ha realizado numerosas investigaciones dentro del campo de la literatura árabe contemporánea y ha publicado más de treinta obras literarias traducidas del árabe, la mayoría de ellas del premio Nobel Naguib Mahfuz, y también de otros autores como Mahmoud Darwish, Nizar Qabbani, Adonis, Jabra Ibrahim Jabra, Gassán Kanafani o Hanan al-Shaykh. También ha traducido poemas de Abd al-Wahhab al-Bayati, Badr Shakir al-Sayyab, Fadwa Tuqan, Muhammad al-Magut, Muin Basisu, Nazik al-Malaika, Samih al-Qasim, Wadih Saadeh, Abu l-Qasim al-Shabbi, Sargon Boulus, y de poetas clásicos, entre ellos al-Jansá, Abu Firás al-Hamdani, Ibn Zaydún, Ibn Hani, Ibn Hazm, Ibn Jafaya, Ibn Arabi e Ibn Zamrak. Es editora de la página de poesía árabe poesiaarabe.