Poemas de Zaher Al-Ghafri
Traducción de María Luisa Prieto
UNA FLOR ANTE LA PUERTA DE MALLARMÉ
1.
Esto no es un poema,
no es muerte ni herida en la guerra ni una burbuja de la boca del pez
tampoco una cometa que siempre busca niños,
hay una lengua anudada que quiere decir lo que no se ve
aquí hay un camino largo para los funerales,
un cuadro o un recuerdo que maúlla bajo la sombra
y las pequeñas escaleras.
Cuando la servidumbre se va a dormir
en el camino de las breves curvas
pierdo mi vida con un toque ligero de la mano de la madre
y entonces
recojo la flor del cuadro del pintor.
Ya hice eso antes, Mallarmé
y Maria, mientras hablaba con Hegel
y con la muerte bajo las estrellas en países lejanos.
A veces siento que el dolor es intenso sobre las colinas,
como si el huerto de manzanas en Fontainebleau fuera
una señal hacia muchas grietas en las cabezas de los dioses.
Soy un preso anticipado en la vida
pero esta flor
la pongo esta tarde ante tu casa.
2.
Escucha la melodía, Mallarmé,
esa que me conduce a ti en una noche fría,
es una piedra en el río de los difuntos
y en cada fuente hay numerosas olas
que corren hacia los bolsillos de Maria.
Cada canción es un camino hacia el medio del bosque
donde se eleva el pájaro
de pesadas alas para encender la luz de las campanas,
un sonido semejante a la muerte
llama al visitante lejano.
Toma mi regalo,
toma mi panecillo horneado en el tandur.
¡Oh, viajero!
Todos hemos querido ir allí
para mirar en el espejo
cuando la casa está vacía
pero aquí también los muertos venden muchas flores bajo las nieves.
3.
Tomaré el mismo camino, Mallarmé,
mirando un otoño que
lanza los soplos a la mano del escultor ciego.
La luz es deslumbrante sobre el río Sena
y necesita a un hombre como yo
que cruce un puente para tocar las orillas.
El viento es leve como las lombrices sobre las hojas.
4.
El otoño bandido roba los colores al sol
por eso solo encontraremos a nuestros hijos
en las colinas, jugando a la sombra.
Déjame gritar un poco
cuando Maria habla con un lenguaje
enredado en algas.
Deja al lecho cantar bajo las estrellas.
5.
Feliz quien duerme ausente cuando la lluvia cesa.
He encontrado esto en la bisagra de mi vida,
sobre una mesa de cobre
turquesa en el huerto de los manzanos,
Mallarmé, para rezar…
6.
En lo más alto
duerme el cuaderno del poeta que va a París
y allí hay un dado extra
lanzado en el aire azul,
una estrella lleva a alguien hacia nadie
la flor anónima ante
la casa.
BACKSTAGE PARA SARGON BOULUS
En Lodève, después del abrazo, ¿tienes un lugar, Zaher?
¿Tienes la botella de Perdrix,
ese pájaro que canta como las campanas de la iglesia?
¿Hay un lugar donde cantar
y beber para hablar con esta noche muerta?
¿Estas tabernas se parecen a la de Siduri?
Quiero beber la vida del vientre del pozo.
Mira, este es el artista francés
amasando el barro y repartiendo a los muertos por los callejones traseros.
¿Tienes un lugar, una pausa,
una sala de verano para beber y recordar los inviernos de Bagdad?
La poesía es una afición maldita, amigo mío.
Solo, he sido abandonado en el bosque
y todos duermen ahora frente al río
pero dime,
¿cuándo nos beberemos este pájaro triste,
este icono tambaleante sobre la mesa?
Déjame primero heredar este maldito cigarro …
Mira, Zaher, cómo nos fabrican los ataúdes
antes de nacer,
déjame hablarte de Gary Snyder
que visitó Omán en los años cincuenta
y escribió sobre ello.
Es quien recorrió los mares y escribió Rip Rap.
Vayamos a beber la botella y abofetear al pájaro hasta que vuele…
¿Te acuerdas de la camarera muda en la taberna de Malmo,
la que me despertó de mi vida
y hablaba conmigo en el lenguaje de los signos?
Sí, amigo mío,
es el último signo antes del umbral de la muerte.
¿Por qué la noche es tranquila cual paloma, amigo mío?
Y ese vapor bajo la fortaleza de Kirkuk,
esos muertos con los ojos verdes,
los niños en los pies de las montañas,
los pastores con sus salmos rosados
y las cuerdas de tender amenazadas
por el choque sobre la tierra.
La espina vegetariana
se ha convertido en una lagartija buscando sombras.
¿Esto es el destino, poeta?
Cruzaremos, sé que cruzaremos este pequeño puente,
arrojaremos
esa botella al mar
y la carta no llegará a nadie,
lo intentaron esos difamadores, los sacerdotes de los mares y los amantes huérfanos.
Créeme, es algo semejante a un barril de pólvora.
Fíjate en Lenin, por ejemplo, jugando al ajedrez en un café cualquiera
en Zurich, amenazando los tronos de los césares y pensando a pesar de todo:
¿Qué hacer?
¡Qué humor tiene este mundo!
EN CADA TIERRA HAY UN POZO QUE SUEÑA CON EL JARDÍN
Siempre así, como las antiguas historias
en la boca del narrador
que no quiere callar
excepto con una señal de maldición o plata
hasta que encuentra la balanza
mientras nosotros no escuchamos la música,
a las vírgenes de la infancia,
el ascua triste,
esa voz encarcelada,
aislada excepto en el coro de los muertos.
Los pasos corren con el viento
y se abre para ellos una puerta desconocida.
Esto es lo que decimos:
en cada tierra hay un pozo que sueña con el jardín.
NO HAY ALTERNATIVA
Se finge enfermo este momento
aturdido por el alba
mientras tú, el ser que solo ve la mancha de sangre
caminas como el viento
y gritas en los rostros de los dioses.
No son para ti estos días
pero no hay alternativa,
hay que añadir muchos dolores
para que veas lo desconocido
rezando bajo tus pies.
CASA SIN LECHO
Soñando con mi día al mediodía
la pasión me lleva al umbral.
Entonces, esa es,
esa es la casa de barro, el amo de las piedras,
abro la puerta: no hay nadie,
todos han muerto.
¿Con quién hablaré
en este mediodía maldito
como el mago del jardín?
ESPECTRO
Hay un espectro que me empuja por detrás para entrar
y ver la perla partida
en la mitad de las noches.
¡Ay! Estuve en este
lugar un día, tumbado,
bebiendo
la leche de los zorros bajo
las estrellas.
EN EL CAMINO DEL BOSQUE
No, no soy yo quien canta,
es la música
tras calmarse el grito del árbol
apedreado cerca del río.
Se cierran de golpe las puertas
y las ventanas por el regreso a mi pasado,
y el mismo tono resuena a las puertas del horizonte.
Caminando de noche,
en medio de los bosques aparece la cabaña.
Aquí, está aquí,
esta música
como si una garganta inmersa en el vino dominara la garganta
del mundo.
DE NOCHE
De noche, en otro camino al final de la noche
aparece un sonido con muchas piedras en la boca.
¿Cómo duerme este manantial bajo el árbol?
Quiero sacar una mano con los ojos vendados
para recorrer el camino.
ESPERANZA
Todos los muertos han perecido
corriendo a los cementerios.
Allí, uno
solo uno se detiene para contemplar el horizonte,
como si viviera en el columpio del tiempo,
y recuerda que olvidó los zapatos de su amada bajo las escaleras
luego volvió y permaneció vivo hasta que
la humanidad se despertó en otra época.
Este poema no es de nadie,
es la vida de las curvas
hasta que se vean con ojos dorados
una planta dormida en el desierto
y los reyes que se perdieron
buscando el oro después de la caída de los reinos.
LA ORILLA
De camino hacia la orilla
descubrí una nube que es el quitasol.
Soy un hombre ciego que camina en la noche del desierto.
El rocío de una planta, la flor del silencio
luego una ligera llovizna de camino hacia la orilla.
Así añado el más allá a mi vida.
LA ARAÑA
Una viuda negra baila sobre
una cuerda blanca,
una mirada insolente en el rostro de la eternidad.
No es la grieta de la pared
ni la rama del árbol sino
una casa rodeada de peligros
bajo las garras del viento.
LA COLMENA DE LOS SECRETOS
Hablan de una sola persona
muerta y viva. Eso entonces es la colmena de los secretos:
la porta una mujer
que no sabe que viene y va
pero vaga
bajo las murallas
como si esta ciudad estuviera rodeada de luz y agua.
Ella es la que se despertó
y sembró su bandera en el jardín
luego cantó como cantan las estrellas.
SOLO
Los días te dirán después de que hayas muerto
que solo tú has rechazado el banquete,
¿quieres saber por qué?
Es un pequeño secreto que oscila bajo la almohada
por la noche, siempre por la noche,
cuando todos duermen y descubres
que has muerto sin familia.
Sin embargo contemplas el camino,
los mares y los océanos
despertándose al alba
mientras el sol no ha vuelto a salir en estos alrededores.
EL SOÑADOR
¿Estabas dormido, soñando, con los ojos cerrados
para ver el mundo caer entre las manos de una criatura que respira con dificultad?
Esta noche solo será
la pesadilla de tu vida,
el árbol te abandonará y no verás las víboras.
Lo sabes mientras caminas de noche
y lanzas la historia a tus amigos muertos.
Elige un camino para que nadie te visite,
prueba a jugar con el tirano para dormir sin cabeza.
Los dioses son muy pequeños en estos días.
LA HERMANA
Serás para nosotros otra vida, hermana
enferma, dormida entre dos caminos.
Juntaré las orillas y guiaré a los pavos reales hacia ti,
compilaré una historia de un solo salto
con dirección a la muerte.
El dolor tiene una acera en los bosques
frente a ríos,
cerca de las colinas del recuerdo.
Ahí permaneceremos, hermana,
visitaremos la tumba de nuestra madre,
cantaremos y tocaremos en un país lejano.
LA GLORIA DEL INTENTO
En aquella época
intentaba llegar a Ítaca
para ver una estrella por la noche que me hiciera un guiño
y una señal con un dedo curvo.
No vayas,
hay muchos saltamontes estos días.
En aquel momento,
en la pasarela que une dos piedras
volví mis pasos un poco hacia atrás
y supe como no había sabido nadie antes
el significado de la guerra.
¡Oh, tiempo! No quiero que seas arco y flecha en mi vida.
EL MUDO
En una noche resplandeciente
se da la vuelta en la azotea de la casa,
durmiendo entre un bosque de pesadillas.
El agua sobre su frente es como la sangre de los niños.
Él es el niño dormido como un ángel
sin lengua,
vuelve a ordenar sus días al aire libre:
así se caía…
se cae de la azotea verticalmente,
con los ojos contemplando el cielo,
y cuando llega al suelo,
sobre las piedras de las alegrías se despierta y habla.
LUZ EN UN CRÁNEO
No es la luz del muerto después del lavado
ni es la luz de la vida anterior al nacimiento,
la luz de eso que viene de lejos
es la mariposa de la noche,
la babosa terrestre bajo la torre de Babel,
la luz de este que llama
mientras el pesado martillo rompe el cráneo
y el ojo no ve.
¿Es la luz de una ventana que vacila en la oscuridad?
La luz de la guerra que duerme
y se despierta sobre los cuerpos de los que pasan
El martillo es pesado
y la luz rechaza morir.
ANTES
Hace tiempo
yo dormía en la punta del borde, en la azotea de la casa,
a mi derecha dormían mi padre, mi madre, mis hermanos y mis hermanas.
Casi todos han muerto
pero hace tiempo
una chica venía a dormir a mi lado
mientras yo contaba las estrellas bajo el cielo de la noche de la aldea.
Escuchaba la respiración de la chica
y aspiraba el olor de lo desconocido
con atrevimiento, pero con calma,
pasaba mis dedos por los dos pezones
luego besaba el labio inferior de la muchacha
y cuando bajaba un poco la mano
al hogar de la pelusa y los bosques
se despertaban dos ojos seductores y entonces
estábamos en el desierto bajo escaleras desnudas.
ALMA
Nada más llegar a ti
un árbol con la respiración cortada, dice:
el hacha es mi semejanza en la vida,
cortó este tronco un mediodía de verano
y no volvió a entrar el invierno a nuestras casas.
Queríamos alegrarnos con el viento.
Heme aquí ante tu puerta
y detrás una comitiva y el hacha persiguiéndonos.
COLINA
De camino a la alta colina
donde duerme mi vida libre de viento,
en este camino también
sucede que albergo otro ataúd para llegar
a la cima.
Ahora ves que el caminante escala
por la noche y el día ventanas y balcones
buscando
un camino del que regresar sin aliento.
EL MAGO DEL ORO
Sin cajones ni armario,
una habitación en lo más alto recibe al ahogado.
Aquí está tu cama,
aquí esta almohada.
Tus ojos están abiertos en el agua
por eso seré el mago del oro
y no soplará el viento ni caerá nieve
este mediodía.
LA ESTACIÓN
De camino a la estación
he visto un ruiseñor cantando:
Ah, mis ojos están vacíos
por eso veo la belleza de este mundo.
En la estación se para un tren vacío
y miro a los muertos
en los campos.
¿Quién portará la bandera y llorará
a partir de ahora?
ESTABA DORMIDO EN LA CÁRCEL
La lluvia fuera cae con fuerza.
A la mañana siguiente me desperté
y el carcelero me dijo:
mira bien el grifo de los sueños,
lo hemos cortado.
Entonces ¿de dónde te viene el agua?
Respondí con la ironía de Brecht:
Escucha, idiota,
cuando duermo en la cárcel
todos los ríos se despiertan en mi pecho.
LOS ESPEJOS DE LA MAÑANA
Mira… tienes un montón de tiempo
y aquí hay una flor en el camino.
Sé que eres el portador de leña,
sé que en tu bolsillo están las piedras del mundo
porque estás triste esta noche.
Extiende ese brazo,
poeta, y di algo,
amigo,
a esta muerte y a los espejos de la mañana.
EL MAR
A veces me despierto después de medianoche:
quiero ver el mar.
¡Maldita sea! Este momento es confuso.
Aquí están los enanos en los prados del luto
recogiendo las flores de los arroyos.
Esperaré otro sueño
para ver el mar y bailar ante la ola.
En el camino hay zorros y sueños:
eso es la noche.
Mañana me despertaré y bailaré
de nuevo.
OJO AZUL
El ojo de la muerte en Alepo también es azul,
gris es esta noche en el cuadro de un dios muerto,
maldita es esta vida que mira con un solo ojo
por la caña del infierno.
Quieres elegir,
elige una muerte y su ojo azul en estas casas vacías.
EL AMIGO DE LA GUERRA
He estado siempre en las escaleras traseras,
yo, el que no ha escrito una elegía en su vida,
encontré la peste, las ratas y la élite de los enajenados
en la guerra.
Estaba en Harlem cuando me llegó la noticia,
hay muchas guerras
en las que nadie ha vencido
y hay carbón en la estufa
ante las espigas de los muertos.
Solo, camino el Miércoles de Ceniza
entre las camillas por el largo pasillo
desde hace treinta y cinco años…
he oído una voz que canta,
una voz ronca,
como si viniera del fondo de los pozos.
La melodía estaba extraviada
pero viva entre las cuevas y los escombros.
LUGARES Y COSAS
No sirve de nada poner muchas
piedras sobre el ataúd,
toma la flor huérfana
para que sea la invitada de las habitaciones,
levanta una mano antigua
del agujero del cielo para que sea tu mano
y haz señales con ella a la vida,
nos veo, a ti y a mí, en dos caminos,
entre mares y ríos,
aquí está el horizonte triste,
permanece dormido como el rostro de la monja.
Apresuras el paso por la ciudad para decir:
no os preocupéis por los muertos, reyes,
no sirve de nada poner dinero en el cepillo de limosnas.
LA VOZ
Qué significa cantar
mientras la voz sola viaja por la noche,
deja que la voz llame con la fuerza del hacha a esta puerta,
la melodía casi transporta un cuerpo muerto.
TODO ESTÁ BIEN
Dice el guardián de los muertos
como dirigiéndose a un halo que pasara por encima de las cabezas
y nos señalara
con el dedo torcido del avaro buscando el oro,
saltando desde una colina a una curva, a la taberna del pobre.
¡Qué insolencia!
Vosotros, los vivos, partículas de esta época,
portad esas hoces, las hachas oxidadas,
empezad por la rodilla y ascended hacia el hombro y el cuello.
Un anhelo en estos cuerpos en el interior de la tierra
y todo está bien.
Zaher Al-Ghafri: Nació en Omán en 1956 (Murió en septiembre 2024 en Malmo, Suecia). Se graduó en Filosofía en la Universidad de Mohammed V de Rabat en 1982. Ha vivido en diversos países y continentes, entre ellos Iraq, Marruecos, Francia y América. En la actualidad reside en Suecia. Ha publicado en la mayor parte de las revistas culturales del mundo árabe. En 2006 obtuvo el premio “Kika” de poesía. Algunos de sus poemas se han traducido a diversas lenguas: español, inglés, alemán, sueco, francés, hindi.
Ha publicado diversos poemarios, entre ellos: Pezuñas blancas (1983), El silencio viene a confesarse (1991), Soledad que se desborda de la noche (1993), Flores en un pozo (2000), Sombras del color de las aguas (2006), Cada vez que aparece un ángel en la fortaleza (2008) Los cinco grupos (2013), Una vida, muchas escaleras (2017), Piedra del sueño (2020), Delirio de Napoleón(2021).
María Luisa Prieto es licenciada y doctora en Filología Árabe por la Universidad Autónoma de Madrid, con premio extraordinario de licenciatura y de doctorado. En la actualidad es profesora titular de Lengua y Literatura árabes en la Universidad Complutense de Madrid. Ha realizado numerosas investigaciones dentro del campo de la literatura árabe contemporánea y ha publicado más de treinta obras literarias traducidas del árabe, la mayoría de ellas del premio Nobel Naguib Mahfuz, y también de otros autores como Mahmoud Darwish, Nizar Qabbani, Adonis, Jabra Ibrahim Jabra, Gassán Kanafani o Hanan al-Shaykh. También ha traducido poemas de Abd al-Wahhab al-Bayati, Badr Shakir al-Sayyab, Fadwa Tuqan, Muhammad al-Magut, Muin Basisu, Nazik al-Malaika, Samih al-Qasim, Wadih Saadeh, Abu l-Qasim al-Shabbi, Sargon Boulus, y de poetas clásicos, entre ellos al-Jansá, Abu Firás al-Hamdani, Ibn Zaydún, Ibn Hani, Ibn Hazm, Ibn Jafaya, Ibn Arabi e Ibn Zamrak. Es editora de la página de poesía árabe poesiaarabe.