Reseña de Susannah Tarbush sobre Elogio a las mujeres de la familia , de Mahmoud Shukair

 

Traducción de Paul Starkey. Interlink Books, Northampton, Massachusetts, EE. UU., 2019. ISBN: 9781623719845. 244 págs. Pbk. £11.83 / $15.00

 

Al fin y al cabo, las mujeres no merecen ser culpadas, sino elogiadas

 

 

Muhammad al-Saghir, el protagonista de 32 años de Elogio a las mujeres de la familia, es un hombre estresado. Es el hijo menor de Mannan, el jefe del clan de los al-Abd al-Lat con base en Ras al-Naba, cerca de Jerusalén. Ahora, en 1982, el viejo patriarca está a las puertas de su fin y desea que Muhammad al-Saghir se convierta en el líder después de su muerte. Mannan tiene 18 hijos, 9 hijas y más de 200 descendientes; ha tenido, además, seis mujeres, cuatro simultáneamente (dos fallecieron). Aspira a que Muhammad al-Saghir «logre algo beneficioso para la familia y el clan». Muhammad musita: «cargo con el peso de la familia a mis espaldas, un peso que mi padre me hizo cargar».

Paralelamente, los palestinos de Beirut —entre los que figura Omar, el sobrino militante de Muhammad al-Saghir— deben soportar el asedio israelí del ve-rano de 1982. Muhammad al-Saghir y su mujer, Sanaa, han tenido que cancelar un viaje que habían planeado a Beirut para ce-lebrar su vigésimo aniversario de boda en la ciudad donde habían pasado su luna de miel.

El erudito y reflexivo Muhammad al-Saghir sabe que no se puede convertir en una copia de su padre. Está más interesado en desarrollar su carrera como escritor. Desde 1958 había sido un funcionario en el tribunal islámico de Jerusalén pero dejó su trabajo para dedicarse a la escritura y el periodismo. Su trabajo en el tribunal conllevaba registrar contratos de matrimonio y divorcios y le había proporcionado una visión única sobre la vida de las mujeres, que hacían las veces de material de sus pinitos literarios. Muhammad al-Saghir desafió a sus padres al contraer matrimonio con Sanaa, una mujer divorciada tres años mayor que él. Se conocieron cuando ella acudió al tribunal islámico para explicar por qué quería divorciarse de su por entonces marido. No había concebido niños con él y, después de años de no quedarse embarazada durante su matrimonio con Muhammad al-Saghir, los análisis médicos confirmaron que ella era estéril.

Muhammad es presionado por su familia para divorciarse de Sanaa o tomar a una segunda esposa. Su padre deseaba que procreara muchos hijos para fortalecer así el clan. Sanaa sugirió varias veces que se separaran, pero Muhammad rechazó esa idea «porque la amaba y porque mi trabajo en el tribunal islámico me había inculcado una aversión al divorcio, cuyo peso suele recaer sobre las esposas».

Las mujeres de los parientes chismorreaban sobre Sanaa y su clara falta de pudor. Cuando Muhammad al-Saghir dejó su empleo y Sanaa lo apoyó delante de otros familiares diciéndole que «todo mi salario está aquí para ti», se creó un alboroto entre las mujeres, a quienes Muhammad terminó por gritar. Después se arrepentirá de ello, «ya que «al fin y al cabo, las mujeres no merecen ser culpadas, sino elogiadas. Su tendencia al chismorreo a espaldas de los demás no era sino una expresión de su situación de miseria y de la pobreza de sus vidas».

Un elemento recurrente de la novela es el dolor que sienten las coesposas en los matrimonios polígamos. Algunas son abando-nadas, como la mujer e hijo del hijo de Mannan, ‘Atwan, a quienes abandonó cuando emigró a Brasil, para terminar casándose con una brasileña y teniendo un hijo con ella. Las cartas de ‘Atwan a su padre, enviadas desde Río de Janeiro entre 1958 y 1982, se reproducen por intervalos en la novela.

Wadha, madre de Muhammad al-Saghir y esposa más joven de Mannan, espera mucho de su hijo y quiere que sustituya a Mannan como líder del clan. Considera al medio hermano de Muhammad al-Saghir, Falihan, y a su mujer, Mathila, como los principales obstáculos para que esto suceda. Elogio a las mujeres de la familia ofrece testimonios en primera persona cargados de historias de Muhammad al-Saghir, Wadha y Falihan. Son testimonios orales fascinantes y conmovedores, dotados de una profunda calidad conversacional.

Falihan se deleita describiendo sus hazañas variopintas, trapicheos políticos, actividades criminales —incluido el tráfico de hachís—, y la ternura por su segunda esposa, Rasmiyya. Cuando se enamoró de Rasmiyya y la sedujo en el desierto, estaba comprometida con su primo Sirhan. En 1967 Sirhan se vengó, si bien tardíamente, de Falihan, a quien disparó dejándolo impotente y confinado a una silla de ruedas.

La elaborada labor narrativa se estructura en círculos temporales de tal manera que el mismo incidente se describe repetidamente desde perspectivas diferentes. Mahmoud Shukair entreteje con suma habilidad el tumulto de Palestina con la historia del clan y de sus miembros. La vida de Mannan se extiende a lo largo del imperio otomano, el mandato británico, la revuelta de 1936, la Nakba de 1948, el gobierno represivo de Jordania, la guerra de 1967 y la ocupación israelí.

Elogio a las mujeres de la familia se publicó por primera vez en árabe en 2015 por Ediciones Naufal, sello de Hachette Antoine en Beirut. Queda claro por qué quedó como una de las seis  obras finalistas del Premio Internacional de Literatura Árabe en 2016.

La novela ha sido brillantemente traducida al inglés por Paul Starkey, quien ha sabido captar su sutil tono irónico. En 2015 Paul Starkey ganó el Premio Saif Ghobash Banipal de Traducción de Literatura Árabe por la traducción de El libro del sello del sultán: extraños incidentes de la Historia en la ciudad de Marte, de Youssef Rakha (Ediciones Interlink).

Mahmoud Shukair nació en Jerusalén en 1941. Es autor de 45 libros, que incluyen colecciones de relatos cortos y novelas para adultos y niños. Ha escrito también seis series de televisión, cuatro obras de teatro, un volumen de cuentos populares, una biografía de Jerusalén y un cuaderno de viaje. Fue encarcelado por los israelíes dos veces por un total de casi dos años y, tras ser deportado al Líbano en 1945, vivió en Berlín, Amán y Praga, para finalmente regresar a Jerusalén en 1993. Ha sido redactor jefe de la revista semanal Al-Talia’a (La Vanguardia) y de Dafatir Thaqafiya (Archivos Culturales).

Los relatos cortos de Shukair han aparecido en varios números de Banipal, al igual que su reportaje fotográfico «Ventanas de Jerusalén: una lectura personal», traducido por Issa J. Boullata e incluido en el número 32 de Banipal en inglés en verano de 2008. En 2007 Banipal Books publicó su colección de relatos cortos El bigote de Mordechai y los gatos de su mujer y otros relatos traducidos por Issa J. Boullata, Elizabeth Whitehouse, Elizabeth Winslow y Christina Phillips.

 

Elogio a las mujeres de la familia

es un libro que nos complace añadir a la lista de obras de Shukair ya traducidas al inglés.

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