Joselyn Michelle Almeida sobre
NECHDI EL MARINO de Taleb Alrefai
Traducción: Angelina Gutiérrez Almenara y Luis Miguel Cañada
Editorial Verbum, 2022, 18.00€, 130 pp. ISBN 13: 978-84-1337-900-5
«El mar no es lugar para encontrarse de poder evitarlo, y el intento de cruzarlo delata una osadía que raya en hibris, y que debe preocupar a las amistades del sujeto» escribió el poeta W.H. Auden, que como crítico profundizó en la lucha entre el hombre y la naturaleza del océano.(1) No sorprende: es uno de los grandes temas de la literatura universal, desde La Odisea hasta Frankenstein, Moby Dick y El viejo y el mar. En esta última, Hemingway desarma el heroísmo del protagonista anciano y su lucha contra la naturaleza otorgándole una victoria pírrica: el gran pez que arrastra hacia las orillas de Cuba en su barca después de una batalla constante en alta mar no es otra cosa que un gran esqueleto.
Nechdi el marino (Verbum 2022), la evocadora novela histórica del escritor kuwaití contemporáneo Taleb Alrefai (Kuwait, 1958), traslada a los lectores a las aguas del Golfo Pérsico y el Océano Índico para ofrecer otra mirada a la lucha entre el hombre y el océano. La novela, finalista para el Premio Internacional de Literatura Árabe en 2018, ha sido traducida al turco, chino, francés e inglés (Banipal Books, 2022), y ha sido hábilmente traducida al español por Angelina Gutiérrez Almenara y Luis Miguel Cañada de la Escuela de Traductores de Toledo. Alrefai, autor de más de catorce novelas, también es conocido por La sombra del sol, publicada en inglés como Shadow of the Sun (Banipal Press, 2023). (2)
La trama se centra en la figura del legendario capitán Ali Násser Nechdi y su entorno en el Kuwait de la décadas de 1940 y 1950, y a la vez, profundiza sobre la hibris humana que asume dominio sobre la naturaleza incluso amándola. «Tu hijo se hizo amigo del mar, que no solo aceptó su amistad, sino que le ha dado la vida y hasta un trocito de gloria», reflexiona Nechdi en un diálogo interior, uno de los recursos narrativos que Alrefai emplea para dar vida a este personaje. «El trocito de gloria» o la fama que adquiere el Nechdi histórico inicialmente está vinculada a Sons of Sinbad (1969) [Hijos de Sinbad], un libro con fotografías del capitán australiano Alan Villiers.
La novela de Alrefai reivindica a Nechdi en la memoria cultural de Kuwait como uno de los grandes representantes la navegación árabe, que como señala el propio Villiers, tiene una tradición milenaria. (3) Alrefai establece un diálogo intertextual entre su novela y el libro de Villiers, entramando lo que recoge la memoria cultural de Kuwait en la tradición oral, su narrativa y Los hijos de Simbad para dar voz al propio Nechdi, quien cuenta un día de pesca en alta mar con sus amigos en primera persona sin saber que se convertirá en su último relato y que todos naufragarán. A la vez, convierte a Villiers en un personaje de su propio texto, devolviendo la mirada narrativa desde el sur global.
La recuperación de la voz de Nechdi como protagonista de su propio relato de cierto modo refleja la madurez de las letras kuwaitíes después del periodo postcolonial, casi medio siglo después que Kuwait se independizara al comienzo de la década de los años 60. El país fue parte de la gran ola de la descolonización de las antiguas colonias británicas a través del mundo, como Jamaica en el Caribe en 1962, y en África, Kenia y Zambia en 1963 y 1964 respectivamente. (Iraq e India ya habían logrado la independencia de Gran Bretaña en 1932 y 1947). Alfrefai recurre al símbolo del del barco y su capitán para examinar el estado y la salud política de la sociedad en esta nueva etapa, ofreciendo un relato cautelar.
Estructuralmente, la novela es experimental. Alrefai desarrolla la narrativa explorando la relatividad del tiempo al igual que James Joyce lo hace a través de un día de la vida de Stephen Daedalus en Ulises, y condensa la biografía de Nechdi en las 24 horas de la trama. Las horas funcionan como el encabezamiento de los capítulos, pero la retrospección interior de Nechdi transporta al lector a un pasado que comienza con la niñez del capitán, cuando primero oye la llamada del mar. Pese a la grave advertencia de su padre, «El mar no es de fiar. Es traicionero» (p. 27), Nechdi desarrolla un vínculo íntimo con el mismo, donde vuelca tanto su identidad de gran navegante y nújida o capitán, como su deseo hacia una transcendencia inalcanzable, proyectada en la inmensidad del mar.
Nechdi personifica el mar de varias formas. Como su «amigo», el mar se convierte en un reflejo de la habilidad de navegación excepcional de Nechdi, que el autor retrata atribuyendo a Villiers las descripciones de la misma. El capitán australiano apunta, «No me explico cómo lo has conseguido. Es evidente que te conoces de memoria todos los caminos del mar» (p. 97). La relación entre el mar y la memoria humana se convierte en uno de los leitmotivs centrales de la novela, y de hecho, en una cuestión de vida o muerte. El padre de Nechdi le advierte, «Un buen capitán se conoce de memoria cada sitio, cada fondo, cada playa, cada ráfaga de viento…» (p. 37). La experiencia de conocer cada uno de ellos junto a tripulaciones distintas y en barcos diferentes se convierte a la vez en el paisaje interior de Nechdi: «A veces pienso que el mar me reclama para avivar en mi corazón el pasado que compartimos», confiesa al lector (p. 36). Aunque como observa Villiers, Nechdi «tenía toda la línea de la costa grabada en la memoria» (p. 97), el mar pone a prueba sus conocimientos hasta el desenlace trágico de la novela.
El conocimiento marítimo de Nechdi también lo lleva al autoconocimiento: durante una tempestad, descubre su verdadero temple de liderazgo cuando moviliza a toda la tripulación a rescatar a un niño después de que cayera por la borda, uno de los episodios más intensos de la novela. Después del rescate, Nechdi confiesa, «Miré a mi alrededor y le susurré al mar y a mí mismo ‘Alabado sea dios‘» (p. 77). La atribución de divinidad al poder absoluto del mar fusiona lo natural, lo humano, y lo espiritual, tanto así que Nechdi iguala el amor que tiene al mar con el de una mujer. «Cuando un hombre ama a una mujer», reflexiona, «la abraza buscando sentir el perfume de su cuello, estrechar con ternura su cuerpo … ¿Cómo podría un hombre tomar el mar en sus brazos y hundirlo en su pecho?» (p. 47).
El desenlace de la novela, que supone una desgracia para Nechdi como para Abdulwahab y Suleimán, los dos amigos que lo acompañan y padecen el único naufragio total del capitán, le muestra a Nechdi que el afán de poseer el mar es tan inútil como el de querer dominar a una mujer amada. Ante la ballena de Ahab, el pez del viejo de Hemingway, y ahora, el mar de Alrefai, la hibris humana encuentra sus límites y la consecuencia de transgredirlos. Nechdi aprende que por estrecha que sea una relación, el conocimiento no autoriza el dominio de la naturaleza ni la pasión de poseerla.
1) W.H. Auden, The Enchafed Flood (New York: Random House, 1950), p.9.
2) La sombra del sol está reseñada también en este número.
3) En este siglo, el cineasta y escritor de viajes catalán Jordi Esteva ha actualizado el libro de Villiers en Los árabes del mar: tras la estela de Simbad (Editorial Península, 2007).
Joselyn Michelle Almeida, PhD. es la autora del poemario Condiciones para el vuelo (Libros del Mississippi, Madrid 2019) y de varios estudios y artículos de filología anglo-hispana. Cursó estudios clásicos y filología inglesa en Tufts University, y se doctoró en filosofía y letras de Boston College. Su experiencia profesional abarca el campo de la lengua y la literatura como docente e investigadora en la Universidad de Massachusetts Amherst y otras universidades estadounidenses, y como editora y traductora. Entre otras, ha sido becaria de la Fulbright y de la National Endowment for the Arts en EEUU.